Rutina de ordeña y calidad de la leche

Arículos Técnicos
Compartilhe

El mayor objetivo de una rutina de ordeña es el de ordeñar pezones limpios y secos, utilizando equipos regulados y en funcionamiento adecuado conforme normas técnicas. Con el aumento y mejoramiento continuo de los rebaños, la atención a los detalles puede pasar desapercibido, mas son los cuidados diarios que garantizan la máxima eficiencia en la ordeña, una leche con óptima calidad y riesgos minimizados para la salud y ubres del rebaño. Para auxiliar el productor, destacamos algunos puntos-llaves para producir una leche de buena calidad y minimizar el riesgo de mastitis.

Las industrias de lácteos son quienes determinan los niveles aceptables de calidad de la leche, por lo tanto, la sala de ordeña es una fábrica de alimentos, lo que exige altos estándares de higiene. Son estos mismos padrones que hacen con que el productor adopte medidas que ayudan a minimizar los riesgos de mastitis y otras enfermedades.

Preparación del pezón

Para la preparación del pezón, lo ideal es dejarlo limpio y seco antes de colocar el conjunto de ordeña. En casos donde frecuentemente las vacas llegan sucias para ser ordeñadas, se debe dar una atención al ambiente para notar factores que puedan ser mudados y que mejoran la situación. También se puede cortar los pelos de la ubre para ayudar a mantener los pezones limpios, así como los pelos del rabo, que puede ser cortados para evitar que derrame suciedad.  

Para la preparación del pezón, el uso de guantes limpios por los ordeñadores es muyo importante, siendo prohibido utilizar un trapo común para secar los pezones de todos los animales. El pre-dipping se es ahora popular en haciendas lecheras y consiste en la aplicación de una solución desinfectante o espuma, que debe ser mantenida por cerca de 20 a 30 segundos. Ese tiempo auxilia en la remoción de suciedad y en la desinfección, siendo ese el tiempo suficiente para la solución actuar. La solución de limpieza puede entonces ser removida y los pezones secados con una toalla de papel por cada dos pezones. El resultado es un pezón limpio, seco y desinfectado.

Durante la ordeña

A las vacas les gusta la rutina y la sala de ordeña es un ambiente donde las vacas deben estar relajadas, por lo tanto, para mejores resultados debe haber una rutina definida.

En la fase de colocación del conjunto de ordeña, el ordeñador ya debe haberse certificado que la vaca no tiene mastitis clínica y el pezón ya está limpio y seco. El conjunto de ordeña puede ahora ser colocado, es importante verificar en el momento de la colocación de cada pezonera que ningún pezón haya sido doblado, haciendo con que ese no sea ordeñado.

Después de la ordeña

El conjunto de ordeña puede ser removido cuando el flujo de leche pare, en seguida el pezón debe ser sumergido en solución desinfectante para proteger el pezón, minimizando así el riesgo de una contaminación por cualquier bacteria que puedan haber sido transmitidas durante el proceso de ordeña. Ese procedimiento es llamado de pos-dipping.

Inclusive con una buena rutina de ordeña, hasta con una mínima propagación de bacterias acontece. El objetivo del pos-dipping es evitar esas contaminaciones y, para eso hay una variedad de soluciones que pueden ser utilizadas. La aplicación normalmente acontece con un vaso de inmersión sin retorno, spray o aplicadores automáticos.

La otra función del pos-dipping es mantener la piel del pezón hidratado y protegido. Hay también una recomendación de que las vacas permanezcan en pie de 20 a 30 minutos después de la ordeña para el canal del pezón cerrarse.

Al final, para minimizar riesgos de contaminación, la limpieza de la sala y del conjunto de ordeña es muy importante para que tudo esté desinfectado y estéril para la próxima ordeña.

Manejo de vacas con mastitis clínica

El correcto manejo de ordeña es un factor importante en la prevención de mastitis clínica, y tiene como regla general que las vacas de bajo riesgo deben ser ordeñadas primero. Para que el manejo sea realizado correctamente, es aconsejado a ser seguida de la siguiente manera: recién paridas, alta producción, baja producción, alto contaje de células somáticas y, finalmente, animales en tratamiento. Las vacas en tratamiento deben ser ordeña por último por varias razones; reducir el riesgo de contaminación cruzada y de que residuos de antibióticos entren en el tanque de leche, y permitir que el ordeñador tenga más tiempo para realizar tratamientos.

El tiempo adicional gastado con la realización sistemática de estos procedimientos será recompensado con una menor incidencia de mastitis, menor contaminación bacteriana y mayor producción de leche, mayor satisfacción para el ordeñador y mayor confort para la vaca.